Andrew y yo nos conocimos en línea y tuvimos nuestra primera cita en Bar Loui. Hablamos durante horas y horas y había algo en el fondo que me di cuenta de que él es un zapato con mi familia y amigos. Acababa de terminar una relación seria y estaba un poco nervioso por seguir adelante y estaba distante. Andy no dejó que eso lo detuviera y sabía que se suponía que debíamos estar juntos. Unas semanas más tarde compré mi primera casa y no tenía idea de en qué me estaba metiendo. Andy vino todos los días y me ayudó a pintar, arreglar mi aire acondicionado, supervisar a mis contratistas, tuve que rehacer mis pisos y mucho más. La mayoría de mi familia y amigos venían a ver la casa y tuvieron la oportunidad de conocer a Andy, y todos lo amaban. Cada día comencé a enamorarme más y más de él. Es tan guapo, amable, inteligente, puede arreglar cualquier cosa, tranquilo y tan amoroso. No puedo imaginar mi vida sin él y me siento como la chica más afortunada del mundo por tenerlo.